El último proyecto de Autotel, “The Tower”, se mueve en una interesante línea entre la música underground y los géneros de baile más populares. Como ocurre con gran parte de la música que se mueve en esta línea, presenta al mismo tiempo tintes oscuros y oscuros, al tiempo que muestra mucho juego y capricho.
El disco fue creado por Joaquín aka Autotel, en sus últimos meses viviendo en Finlandia, y la composición de las piezas se fueron produciendo a lo largo de ese tiempo de mudanzas, y contando con muchos cambios. “Me dejé llevar por lo que surgía de forma natural, para que el resultado fuera más una cuestión de piel con piel, en lugar de trabajar desde un punto de vista teórico”.
Joaquín bautizó el álbum con el nombre de la carta del Tarot «la torre», lo que da pie a la naturaleza introspectiva de las piezas. “Mi impulso natural era hacerlo todo sobre la política de fronteras, pero el proceso de curación, desde un punto de vista introspectivo me pareció mucho más honesto, y no puedo equivocarme con lo que siento en el momento”.
El álbum contiene mucha variedad y contrastes. La primera canción podría haber formado parte de una fiesta clandestina en un búnker, con sonidos brutalmente oscuros, que de repente mutan en una delicada pieza ambiental. Después, la música se vuelve muy juguetona y bailable, mostrando algunos elementos latinos, así como claras alusiones a estilos de baile mainstream. Las dos últimas canciones tienen una atmósfera hipnótica y nocturna inquebrantable.
Mi proceso empieza creando lo que siento en ese momento en mi ordenador o en el Octatrack. Puede ser una noche en la que no he podido dormir, o una hora cualquiera del día en la que me siento abrumado. Acabo con todo este material por ahí, algunos materiales son buenos y otros no tanto. En algún momento empiezo a sentir que algunas canciones hablan entre sí, que forman algo. Es entonces cuando decido poner en marcha un proyecto; empiezo a editarlo a fondo en el DAW. En este caso, todo dependía de lo que sentía que quería ser la canción. Dedicar tiempo a la música es clave, eso me ayuda a escuchar las piezas desde distintos puntos de vista.
El álbum fue magníficamente masterizado por Hugo Paris. Hugo Paris es un músico experimental francés cuya música refleja una fina sensibilidad y una fructífera trayectoria en la industria. “Comprendió muy bien la naturaleza extraña y juguetona del álbum, y me alegró ver lo bien que lo respetó, al tiempo que añadía un acabado superprofesional al sonido”.