Lars Graugaard (aka Lars from Mars) es un músico, compositor e intérprete danés con una amplia y celebrada trayectoria en la electrónica. A sus 63 años, su foco está puesto en su última creación: un sistema algorítmico que pretende generar una experiencia inmersiva de sonido.
Sentados en la amplia sala del departamento de Lars en el Barrio Santa Lucía, Lars nos recibe para hablar sobre música y otros proyectos que hace un tiempo nos había mencionado, y que hemos tenido la suerte de ver evolucionar. Se trata de Sound Object, un proyecto de sonido creado a partir de un algoritmo único y que intenta cambiar la forma cómo escuchamos en vivo.
Este sistema pretende generar una experiencia sonora envolvente descomponiendo el sonido en 20-30 elementos distintos, emitiéndolos por separado y combinándolos después en el espacio acústico mediante un altavoz con tres puntos aéreos.
En palabras de Lars, “es más fácil si ponemos un ejemplo: si te imaginas una guitarra acústica, el sonido sale de la cuerda misma, pero se reproduce a través de la caja, y la caja tiene una superficie que emite el sonido, que es lo que hace la resonancia. El algoritmo tiene que ver con rangos de frecuencia, es como un ecualizador que trabaja en rangos, entonces yo separo en muchas tandas, en 24 rangos individuales.”
La tecnología Sound Object permite que el sonido se emita de una forma más natural y envolvente, creando una experiencia auditiva que se siente como tener a la banda tocando en directo contigo.
Lars descubrió esto por casualidad hace cinco años, cuando notó la diferencia entre la experiencia de escuchar una grabación a través de un sistema de sonido tradicional y experimentar el sonido en directo en el ambiente. El hecho de que el Sound Object no utilice una caja de interruptores para separar el sonido en izquierdo y derecho, da como resultado una experiencia auditiva sin sombras, lo cual es un gran plus.
Para lograr esto, Sound Object produce un sonido monofónico, el que se expande de forma esférica, permitiendo que el sonido que emite se mezcle con el sonido ambiente, dándole su característica naturalidad. La tecnología cuenta con un único dispositivo que puede emitir sonidos tanto a la izquierda como a la derecha, y el uso de dos dispositivos puede crear una experiencia sonora aún más envolvente.
El mayor reto del invento es hacer que la gente entienda su potencial. “Si quiero conseguir a un inversionista, tengo que hacerle entender de qué se trata todo esto y su potencialidad. Cuando lo explico, es atractivo, pero es complejo”, nos relata.
“En sonido, todavía estamos manejando un concepto que fue inventado en los años 30, es un sistema muy anticuado… todas las empresas de sonido han intentado mejorarlo, pero a sin cambiar el sistema de base, entonces tienen el mismo problema de fondo. Hoy día ese sistema no es el apropiado, por eso el Sound Object tiene mucha potencialidad.”
Luego de haber realizado unas ocho o diez presentaciones a empresas grandes, Lars nos cuenta que el Sound Object genera intriga y rechazo a la vez. Lo primero por el avance y las posibilidades que presenta esta tecnología, lo segundo por la simpleza de la propuesta, que frente a la complejidad y sofisticación de los sistemas de sonido de estas empresas, resulta una solución directa y novedosa. Pero esto no ha sido un obstáculo para él.
Él sabe que su invento es más atractivo para empresas nuevas, no muy grandes, pero con ambiciones de entrar al mercado, que necesitan elementos para diferenciarse. Por eso, está poniendo en marcha su plan para ofrecer diferentes tipos de productos y mostrar lo que son capaces de hacer.
“Lo que yo uso no es nada desconocido, pero es una nueva forma de hacer las cosas.”
Al preguntarle por el proceso de descubrimiento del algoritmo, Lars nos cuenta que fue una casualidad. “Desde 2010 he estado trabajando con la Universidad de Nueva York con artistas y un día vi que tenían un conjunto de parlantes almacenados en distintas agrupaciones. Me contaron su idea; que era hacer una especie de sonido ambiente pero utilizando de nuevo el mismo pensamiento del estéreo. Entonces empecé a crear ondas sonoras complejas independientes para que se construyeran en el ambiente, y probando vi que la diferencia era muy grande. Tenía que ver con la sensualidad del sonido…”
Luego de esta primera idea, Lars trabajó con un instrumentista para separar la onda sonora de su instrumento en muchos elementos sencillos para emitirlos por separado.
“Se me ocurrió en una tarde en un momento de desesperación, tratando de encontrar una salida, pero después he trabajado un montón para pulirlo. Ahora funciona de manera absolutamente instantánea, no lo notas.” Nos relata Lars.
“En mi invento yo no tengo problema con el espacio, el espacio es mi amigo, en la analogía con la guitarra, el algoritmo es la cuerda, pero el ambiente es la caja de sonido.”
Para hacer que el Sound Object sea totalmente funcional y se adapte a su contexto, hay que saber cómo separar el sonido. Es diferente en el caso de usarse en un restaurante, o en una sala, por ejemplo. Entonces, se hacen prototipos que se prueban con músicos para luego hacer una demostración. Se hace todo esto paso a paso, para que la fábrica pueda entender y producir. Finalmente, hay que hablarlo con distribuidoras, para poder educar al público, que no compra algo que no conoce.
Al preguntarle acerca de la etapa del proceso en la que está actualmente con Sound Object, Lars nos comparte que está en la mitad del camino, con prototipos que ya están funcionando. Su objetivo es tener la primera producción en tiendas en el primer semestre de 2024, pero también asegura que necesita tener un plan bien definido antes de buscar inversores.
Los aparatos ya están en Dinamarca, con músicos que están haciendo prototipos acústicos, incluyendo parlantes transportables y de alta calidad para estudios. Si bien no es barato, Lars ha realizado pruebas exitosas y ya cuenta con varios testimonios, realizando conciertos con el sistema para que el público no solo tenga que confiar en su palabra, sino en la experiencia de otros músicos.