50 cajas repartidas entre las bodegas de mi madre y amigos… así me fui, con la casa a medio vaciar y una mudanza a medio hacer, terminada desde España con la ayuda de mi familia y muy buenos amigos.
Siempre dije que si la pensaba mucho, no lo hacía. Así que en menos de un mes cerré casa, cuentas y prácticamente vida y me vine aquí, a lo que ahora es mi hogar, España y concretamente Madrid.
Madrid es una ciudad a la que probablemente la frase que más la define (y que usan incluso como reclamo turístico que se puede leer en cualquier cartel por la Gran Vía) es que “te acoge”. “Madrid te abraza ”, es lo que proclaman los carteles. Y si bien es verdad, no quiero engañar a nadie, empezar de cero en un sitio a 10.000 kms de tu casa no es nada fácil, ¿Me arrepiento? PARA NADA.
Llegué con idea de ampliar mi formación musical, pero he aprendido que todo tiene su momento. Cambié de táctica y esos primeros meses me rodeé de gente que me cuidó, fui agrandando mi círculo poco a poco, y esos primeros contactos con personas que me tendieron la mano y creyeron en mí fueron cruciales para lo que vino después. Creo que podría resumirse en que “Madrid te abraza” pero tienes que “currártelo” como dicen por aquí.
Han sido 3 años de lucha, hacerme un hueco en una escena electrónica en la que mi nombre era uno más, y además uno sin ningún tipo de referencia, no ha sido tarea fácil, pero no por eso he dejado de lucharla todo este tiempo, y ahora echando la vista atrás, me doy cuenta de que he logrado cosas que jamás pensé que lograría. Desde reconocimientos en la radio nacional española, haber podido pinchar en varios de los mejores festivales del país, pasando por montar mi propio sello “United Color of Rhythm ”.
Pero nuevos problemas no tardaron en aparecer. Al poco tiempo de lanzar mi sello y comenzar a formar parte paulatinamente de la escena acá en Madrid, comenzó la pandemia, por lo que me vi obligada a pensar en nuevas formas para salir a flote. La falta de fiestas y lugares donde poder poner música, me han llevado en el último tiempo a centrarme en la producción. Algo que me ha dado mucha satisfacción, ya que he podido percibir mi crecimiento y evolución como artista, y a su vez, me ha permitido abrir nuevas ventanas donde mi música es valorada.
Continúo aprendiendo, de hecho, estoy cursando un máster, para poder en un futuro producir a otros y lograr transformar esta pasión en el trabajo de mi vida (algo para lo que siempre he luchado).
¿Qué es lo lindo de esto?, que te llena el alma, pero lo malo es que genera una inestabilidad que muchas veces se traduce en estrés y agobios. Pero, habiendo asumido todo lo anterior, acá sigo y seguiré en esta aventura como artista e inmigrante en España, donde me han acogido y aceptado.
Vuelvo a insistir, nada es fácil, hay mucho trabajo y esfuerzo detrás de cada logro. No todos llegan al final de la recta y tampoco se si será mi caso, lo que sí sé, es que seguiré intentando hasta el cansancio perseguir mi sueño.
A continuación la presentación de Fernanda en “Patio”, de South Plug, julio 2020