Cautivados por sus atmósferas creadas en base a la repetición de sonidos, además de sus improvisadas capas de sintetizadores y percusiones, es que decidimos ir en busca de Hola Papá aka Valentina Mardones para conversar con ella vía e-mail. Aquí te compartimos el resultado:
Valentina nos responde desde su pieza en Santiago, Chile. Allí, entre sus curiosidades, nos cuenta que tiene unos fósiles que encontró durante uno de sus viajes al Cajón del Maipo, una zona andina situada cerca de la Región Metropolitana.
¿Cómo has vivido estos meses de pandemia?
-Al principio con varios desafíos y cada uno con su razón de ser. Los agradezco, ya que finalmente fueron conflictos necesarios que fueron resueltos para conocer y entender aspectos sobre mis seres queridos y mí misma.
-Este 2020 ha levantado nuevas exigencias para artistas y trabajadoras de la música en torno a la colaboración y la coordinación a distancia. ¿Qué cambios significativos nos podrías mencionar respecto a tu forma de trabajo?
-Mi forma de hacer música no ha cambiado. Pero claramente las presentaciones en vivo han sido a través de plataformas de streaming, y la adrenalina de tocar frente a personas físicamente presentes es inigualable.
¿Sientes que hay más apoyo entre pares?
-Sí. Supongo que cuando estamos pasando por desafíos complejos en conjunto, en algunos seres, puede crecer la empatía por la otra persona.
Luego de transitar en el circuito rock y jazz de vanguardia con bandas como Zeptelar y Mediabanda, donde pudiste lucir tu habilidad vocal y salir de gira fuera de Chile por primera vez, ¿qué te motivó a comenzar esta aventura en solitario por la electrónica experimental?
-No sé si hago “electrónica experimental” la verdad. Mis composiciones a veces son bien distintas unas de otras. Hay algunas muy pop y otras son más raras quizás. Al principio no fue algo que pensé en solitario, tampoco iba a tratarse de algo totalmente electrónico. Había invitado a un bajista y a un baterista, pero luego me di cuenta de que en realidad podía hacerlo todo sola con mis máquinas. Además, algo que aprendí en las bandas fue que menos personas siempre es mejor.
¿Qué diferencias adviertes entre el ambiente de la música electrónica y el ambiente en el que te desenvolviste en tus inicios?
-Son ambientes totalmente diferentes. Puedo notar mayor conciencia de igualdad de géneros en el ambiente de la electrónica.
¿Te gustaría seguir probando en distintas escenas o sientes que ya encontraste un domicilio?
-No me he sentido nunca dentro de un solo ambiente musical. Ahora mismo, estoy haciendo rap, doom metal y electrónica a la vez. Quizás dónde termine jaja. Me gustan muchos estilos musicales y me gusta probarlos si me dan ganas.
La improvisación de ritmos y melodías experimentales son un claro sello de tus trabajos, como el reciente “Too Far with my Crazy Loser Girl”, un compendio de cinco tracks donde se puede apreciar tu libertad creativa. ¿Qué hay detrás de esta estética rupturista?
-Todo lo que compongo nace desde la improvisación. Ese ep realmente es un conjunto de improvisaciones. Solo dos de ellas están tratadas y arregladas composicionalmente luego de haber sido improvisadas. Fue un ep muy casero. Casi puro sonido directo desde el mixer. Vomitivo en el sentido de que no me lo cabeceé nada, a diferencia del primero que está totalmente compuesto. No me armé ninguna expectativa, solo quería vomitar rápido unas emociones fuertes que andaban por ahí y ya.
El nombre de tu proyecto solista “Hola Papá” era el nombre de una banda que tenías durante tu adolescencia, cuando eras estudiante. ¿Por qué lo rescataste?
-Es un nombre random que salió de una lista de posibles nombres que hicimos con mis amigxs para la banda. Me gustó conservarlo, ya que nunca nos presentamos en vivo con esa banda.
Estudiaste en un liceo experimental, ¿tuvo alguna importancia en tu desarrollo artístico?
-La educación de ese liceo, al menos cuando yo estuve ahí, ya no era muy alternativa la verdad, por lo tanto no tuvo relación alguna con mi desarrollo artístico. Y antes estuve en un colegio de monjas, jajaja. Suena aburrido, pero es la verdad. Cero aporte el colegio, es la entidad usurpadora de almas jóvenes en la historia.
Creciste en un ambiente donde la música era central, y más adelante estudiaste canto y composición. Pasaste desde el jazz y el rock hasta la electrónica. Y pareciera que tu viaje todavía da para mucho. ¿Qué proyectos se vienen ahora?
-Un proyecto solista de rap del cual no quisiera revelar aún el nombre. Y otro a dúo de doom hardcore donde canto gutural y scream.
¿Alguien de la escena electrónica sudamericana que te inspire o quisieras destacar?
-Me gustaría destacar al colombiano Filmmaker.
En South Plug nos gustan bastante las máquinas y hemos notado que tocas con un set análogo/digital. ¿Qué máquinas tienes entre tus favoritas? ¿Por qué?
-Todas me encantan, todas son favoritas porque son infinitas, como todos los instrumentos, incluyendo la voz como el instrumento más “divino” por el hecho de venir junto a nosotrxs al nacer. Les puedes dar infinitas posibilidades de sonido, o al menos las que alcanzan en una vida humana, sean digitales, análogos o de carne y hueso.
Para finalizar, nos gustaría conocer tu banda sonora del último tiempo. ¿Con qué canciones has estado pegada?
-Siento decepcionarlxs. La verdad no he estado pegada con ninguna canción este último tiempo. Pero lo que sí ha sido un descubrimiento que me asombró y escucho frecuentemente (se los recomiendo 100%) son los sonidos binaurales para activar glándula pineal. Realmente son excepcionales para meditar o antes de dormir. Es sólo ese el que vale oro, los demás son una farsa a mi parecer, no creo que sean binaurales reales.