Expression of a Region

Explorando la Versatilidad Musical y Espíritu de Matraca

Conoce más de Lukrø, artista detrás del sello Matraca Label, que ha encontrado en la música su mejor forma de expresión, diversidad y crecimiento. Junto con celebrar los 10 años del sello, Lukrø nos cuenta más de la trayectoria de este proyecto y de sus próximos pasos como artista. 

 

Háblanos sobre el comienzo en Lima, Perú

Sí, ahí los proyectos eran Molto y Bene, que en ese momento era Mijail Mitrovic y Dr.100 que es Rodrigo De Las Casas, Mono con Suerte y Pangolin Sound System. Lukrø también estaba ahí con algunas presentaciones y DJ sets. Eventualmente, luego de unos años, varios de estos proyectos terminaron. Se lograron cosas importantes con ese proyecto, eventos grandes con invitados internacionales, importantes del reggae, del sound system. Con los años comenzamos a invitar a más artistas a colaborar, a tener un poco más de actividad en el ámbito local, a movernos en distintos espacios. Hubo presentaciones en galerías, en espacios públicos, en distintos bares de la ciudad. 

Luego lanzamos más música de artistas locales, y eventualmente también de artistas más de afuera. Siento que la cosa despegó más para afuera cuando hicimos el disco de Lima Footwork que es el único compilado que ha habido en Perú de música footwork. Eso fue el 2017, hicimos una presentación en Lima, unas intervenciones en la calle también con los afiches. Antes habíamos hecho fiestas de trap, habíamos experimentado también con muchos géneros, porque con estos proyectos que mencionó nos movíamos entre el future funk, el dub, el reggae, el hip hop un poco más abstracto. 

 

 

Y así fuimos experimentando y mutando con el proyecto a través de los años. Cuando sacamos Lima Footwork el 2017, tuvimos una reseña de Noise, y luego empecé a hacer relación con la escena mexicana y con la escena chilena, también la argentina y así expandiendo de a poco. 

En ese momento estaba involucrado a un nivel más personal con la performance, y la verdad es que nunca me he conformado con un género ni he tratado de encajar, eso también a nivel personal. Esa ha sido mi vida desde siempre, no encajar, y me di cuenta de que no tengo por qué encajar tampoco, ¿sabes? Al final yo tengo mi viaje y no es algo que sea tan estándar. Mi camino es un poco distinto al de los demás, tal vez. 

 

Eso también da un poco más de libertad, ¿no?

Sí, sí. En ese momento no llegué a conseguir algunas fechas porque no tenía el tech house así como nice, como para la escena de ese momento. Lo mismo con el hip hop. Nunca he encajado con la escena hip hop. Tengo amigos raperos, he trabajado la música, pero nunca he encajado tampoco ahí. En la de reggae también, siempre me sentí un poco raro, también sentí mucho machismo, cosas que no me hacían sentir muy a gusto. La industria en general es machista y misógina.

Nunca me he sentido que encajo en una escena particular, pero así es que llegue a crear mi propio movimiento, una movida para poder albergar esas diversidades, lo que era un poco el objetivo de Matraca. Más allá de enfocarnos en tal o cual género, era apoyarnos para poder crecer a nivel técnico, profesional, llevar nuestro sonido al siguiente nivel, llegar a nuevas audiencias, poder compartir conocimientos. 

 

 

Tal vez no todos hacíamos lo mismo, pero sí teníamos algo en común en la forma en que trabajamos. Incluso con los mínimos recursos. Nunca he tenido sintetizadores, ni máquinas. Tuve una mezcladora cuando hacía dub o rap, pero nunca he tenido los recursos para la producción musical a un nivel pro, que me gustaría, pero no he tenido la oportunidad. 

En la mayoría de Latinoamérica trabajamos con lo que tenemos. Es la creatividad lo que manda, y lo que te guía. 

 

¿Cómo describirías Matraca en este momento, comprendiendo el camino recorrido?

Además de ser un espacio donde albergar diversidades, y promover su arte, es un lugar donde la relación entre el arte plástico, el vídeo y la música tienen libertad. Siempre ha sido mi prioridad hacer eso, darle libertad creativa a la gente con la que trabajo. Tener esa consciencia de que no se busca un producto que encaje en nada, sino que el artista se desarrolle, y que presente lo que trae, lo que está investigando. 

 

 

¿Cuáles han sido los aprendizajes en estos 10 años?

Ha sido todo un viaje. Ha tenido momentos altos, momentos bajos. Ha sido muy difícil sostenerlo y estar aquí. Comienza de forma colectiva, también entre nosotros, cubriendo las distintas áreas. El arte, el diseño de la web y el formato de diseño lo hacía Paulo Novoa (Mono con Suerte) que es con quien comienza el sello, y en los últimos años comenzamos a trabajar con Luis Espadín, que es diseñador, y con la diseñadora Belén Valverde. 

En términos del núcleo de Matraca, yo soy el que más que nada, busca los proyectos. Estoy curando y estoy detrás. Siempre intento consultar con Dr.100 también, para tener su opinión. Él masteriza, y se encarga del área de marketing, aunque me gusta estar detrás de todos los procesos, de los lanzamientos de cada disco. 

 

¿Cómo ha sido celebrar su primera década como Matraca?

Para mí ha sido un hito personal increíble. También como referencia en Perú, en Lima, porque los proyectos no suelen tener esta continuidad, esta constancia e insistencia, de cierta forma. Es difícil procesarlo todo, a veces tengo que darme cuenta de lo que estoy viviendo, porque ha sido muy loco por todo lo que he pasado para estar acá ahora. 

Es un logro, es un sueño haber logrado las cosas que hemos superado. Todo el tiempo pasamos por cosas difíciles, pero también por cosas muy lindas. Se viven contrastes todo el tiempo, y creo que es también parte de ser artista Latinoamericano. Estés donde estés es más difícil, en el sentido emocional, ser un artista Latinoamericano, Africano, que lo es ser un artista Europeo o Estadounidense. La labor emocional que tiene es brutal. También lo que representa serlo, y llevar adelante a tu gente, representar, dar la cara por lo que está pasando ahora y en general. Darme cuenta de cuán diferentes somos nosotros para el mundo, ¿sabes? Luego llego a muchas partes, y no sé donde estoy pero la gente conoce mi trabajo, el trabajo del sello y eso es muy gratificante. 

Son justamente estas contradicciones, estas variables que también existen al ser un artista Latinoamericano. 

 

 

Ahora estás viviendo en Ciudad de México. ¿Cómo notas la diferencia a nivel artístico y cultural entre estar ahí y en Lima? 

México me acogió muy bien. Yo llegue para hacer una residencia en un programa de radio por un mes. Fui el primer residente en Radio Nopal, y fue una experiencia bonita. Me enamoré de la Ciudad de México la primera vez que fui, que fue en 2018 y fue mi primer tour en México. Siempre sentí esto de que quería regresar, y ahora ya lo llamo mi casa. 

Mi relación con la ciudad es compleja, he tenido muy buenos momentos, otros muy malos, pero es así. 

Hay ciertos amigos que son los que me hacen sentir en casa, mi estudio, mi hogar, mi vida tranquila. Estos 10 años con Matraca son un poco eso, por un lado soledad, y por otro enfocarme mucho en algo. Ha sido de mucho concentrarme en que esto funcione, de apoyar cada proyecto con su particularidad y darle su tiempo e importancia. No siempre se logra como uno espera, pero intento que sea siempre lo mejor posible, y que la música que salga sea algo que me encanta, algo que quiero compartir con el mundo, que la gente conozca, porque están pasando cosas muy buenas. Los artistas con los que trabajamos, yo los admiro mucho. Es increíble que la gente nos busque para trabajar con nosotros, y estoy muy agradecido por ese recibimiento que hemos tenido en todo el mundo, en lugares que nunca me hubiese imaginado. 

Si no fuera por ese reconocimiento, por la gente que se acerca después de tocar y te apoya y te diga “que linda tu música”, no creo que seguiría acá, porque es muchísimo sacrificio para lograrlo. 

 

 

Cuéntame más de Lukrø, y de tu evolución como artista.  

Lukrø fue una puerta a experimentar a un nivel más profundo y profesional distintos géneros. Lo que siempre me interesó fue poder hibridar las cosas, mezclar el baile funk, el footwork. En un comienzo hice hip hop, footwork, remixes. Luego baile funk, luego dembow, reggaeton a mi manera, reggae y dub, salsa con trap y hip hop. He tenido muchos momentos musicales y de experimentación y eso es lo que me gusta. Seguir probando, seguir mezclando cosas, no estancarme con un género, con un ritmo, sino seguir explorando y viendo qué funciona, qué no funciona. 

También me gusta poder ir conociendo así distintas escenas. Por ejemplo, ahora estuve por primera vez en Bogotá y me pareció fascinante la música, la escena. He ido un par de veces a Medellín que tiene una escena que va más a lo del reggaetón, más a lo urbano que está súper interesante y ahora está explotando. Así, seguir explorando musicalmente, y dentro de lo posible seguir tirando para adelante con lo que está pasando globalmente a nivel musical y que para mí es estimulante. 

La semana pasada escuché a Nigga Fox y me parece que trae una propuesta muy chévere, que me inspira muchísimo, y así viajar y conectar con la gente que es lo que a mi me motiva a crear. 

Ahora no siento que estoy en un momento muy musical, a pesar de que estoy de tour, es uno de los tours en los que he creado menos música, pero hay que vivir también a veces. Creo que no hacer música por un tiempo también me ayuda a luego poder hacer mejor música. Me doy cuenta que hacer música es lo que mejor me hace espiritualmente, emocionalmente, es algo terapéutico para mí. He sido creador en distintas facetas, en distintas artes, pero en este momento de mi vida me he dado cuenta que crear música es lo que mejor me hace. Dedicarme a esto. Entonces, ¿Por qué voy a hacer otra cosa? La música es lo que me empuja a ser mejor persona, a ser mejor profesional, y a seguir creciendo. 

 

 

Cuéntame un poco más de tu último lanzamiento. 

Fue una colaboración con un productor francés, que se llama Cardozo, y fue una experiencia muy interesante. El disco se llama Chiki (EP) y salio por el sello Hypersonics de México, que es un sello independiente con muy buenas propuestas, con quien tenemos muy buena relación. 

Cardozo es un productor que yo admiro mucho, fue un trabajo intenso, el proceso estuvo bueno y el resultado fue increíble. A la gente le ha encantado y lo están tocando en distintas partes del mundo, y de eso se trata para mí, que la música pueda llegar a la gente. 

Es muy loco, porque no eres tan consciente del impacto que tiene lo que uno hace. Nunca sabes qué va a pasar con la música. La haces, la creas, pero no sabes que pasa después. 

Lo bueno de las colaboraciones es que te apoyas en el otro. Ahora el siguiente lanzamiento que tengo es con el dúo de productores con base en francia también, que es Baja Frequencia, a quienes también admiro mucho musicalmente. Son una referencia a nivel global en su nicho y fue un privilegio trabajar juntos, un proceso creativo muy bonito. Estoy muy contento con como se van dando las cosas. El año pasado casi no saqué música, solo un EP… y este año ya llevo dos, se viene otro, además unos tracks que van a salir. Ahora es momento de soltar un poco más lo que he estado trabajando tanto tiempo, así que se vienen cositas.

 

 

Fotos por Cristobal Pereira (Rotterdam 2022) y Yousef Ruiz @youscore (Lecco 2023)

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