Tuvimos la desafiante y hermosa posibilidad de participar en el colectivo Unidad OHM, formado por más de 80 profesionales ligados a las artes, la cultura y pueblos ancestrales. Para nosotros es primordial el registro, para la educación y archivo cultural. Es parte de nuestra misión, que nos ha llevado a participar en estas y otras instancias. Somos testigos del trabajo en equipo e integrador que significó OHM y luego de 1 año de trabajo puede finalmente ver la luz. Llega en un momento histórico para Chile, el “Apruebo”, la creación de una nueva constitución para Chile, empujada por su pueblo.
Lo que verán a continuación, es el registro audiovisual, performático y musical grabado en Santiago de Chile en las dependencias de Galería Cima y las inmediaciones de Plaza Dignidad durante las múltiples manifestaciones ocurridas bajo el contexto de la revuelta social de octubre de 2019.
# ¿Qué es OHM?
Omega, el fin, el término de una era, el símbolo de la resistencia, homónimo al sonido del universo, el sonido primigenio, Om.
“Respondemos al llamado de nuestros ancestros, el llamado de lo que fue, es y será. Una invitación al despertar. Recibimos a modo de investidura el accionar del cuestionamiento, lo cual nos otorga la visión del gran movimiento; un enfrentamiento contra la aceleración. Debido a esto nace la intención de comprender el ciclo de los procesos. Conocimiento, entendimiento y sabiduría. Esta obra es una de las tantas respuestas del mundo al llamado; una emanación, que, mediante la abstracción, invita a la comprensión de los estadíos de los procesos que conllevan la síntesis de lo que visualizamos como un nuevo comienzo, un mejor porvenir, un ascenso en el sendero; trascendencia, ir más allá del velo. Una acción cristalizada que logró reunir el espíritu de personas de distintos pueblos, cada uno aportando fragmentos de su cosmovisión sobre los diferentes planos de la existencia, con la intención de concretar físicamente la implantación de nuestros deseos en el perfume del éter”. (OHM)
La idea nace a partir de la iniciativa de generar una obra que permita transmitir el sentir de los participantes respecto a la contingencia nacional y las violaciones sistemáticas a los derechos humanos ocurridos desde la colonización; a través de una visión que utiliza la expresión artística como agente político. A partir de esto, surge la idea de generar un concierto audiovisual, un guión musicalizado por agrupaciones de pueblos originarios y productores electrónicos que acompañan el tránsito del personaje principal a través de un profundo viaje interno representado a través de 3 estadíos basados en diferentes conceptos de la cosmovisión indígena, relacionados a distintos estados de la existencia.
De la cultura Selk’nam desprendemos el concepto TERR NERR, el inframundo. La cultura Mapuche nos entrega WEYCHAN, la guerra. Y la cultura Quechua, HATARIY, elevarse, trascender. Conceptos que, en la obra, se unen en un sincretismo amalgamando la espiritualidad indígena con la visión mística occidental. Así, de este modo, desvelar la intrínseca relación que existe entre la realidad que habitamos y el ritmo de los procesos transversales, invisibles, sagrados y ancestrales que nos gobiernan y nos llevan a caminar por los senderos de la existencia. Procesos que nos empujan sutilmente a emprender el camino, aceptar sus estados y así tener la posibilidad de transmutar nuestra esencia.
La materialización del proyecto ha sido posible gracias a un intenso trabajo colaborativo que reúne la participación de artistas, colectivos y profesionales ligados al área musical, audiovisual, artes escénicas, artes visuales, danza y performance; trabajando en conjunto con personas pertenecientes a organizaciones de pueblos originarios (Colectivo Intercultural Indígena Kutana, Centro de Desarrollo Social Agrupación Indígena Chol-Chol, Asociación Indígena Aymara-Quechua Jach’a Marka, Instituto Indígena de Santiago IACCTIS, Asamblea de jóvenes de la Comunidad Selk’nam Covadonga Ona) quienes participaron activa y transversalmente en el desarrollo del proyecto.
Sacar adelante esta producción significó una preparación extremadamente rápida e intensa, trabajo que no hubiese sido posible sin la colectividad y proactividad de quienes participaron. Sin duda demuestra el nivel que tiene Chile de producir y levantar desde “0”. Sin duda fueron jornadas muy largas, emocionantes y muy adrenalínicas. A continuación les dejamos una selección de imágenes tomadas por el equipo South Plug, que muestran lo que fue la producción, backstage y el contexto en el que se grabó OHM.