por Sara Luna Ruiz
En un país como Colombia, donde la economía del arte lucha por encontrar su lugar y el sector cultural enfrenta desafíos significativos, surgen historias únicas de individuos que han desafiado estos retos siendo pioneros de corrientes que transforman el paradigma del arte tradicional empleando tecnologías poco convencionales para su época y narrativas transgresoras del status quo conservador que ha caracterizado el país desde la institucionalidad del sector creativo. Artistas, espacios, movimientos y eventos que han servido como isla de inspiración y seres que se han convertido en aquellos “abre caminos” de toda una generación que ahora se acerca con mucha más confianza a los campos del arte digital y las artes del tiempo gracias a sus legados.
Sin titulo: Javier Cruz
Los inicios del videoarte y experimental en Colombia surgen de forma paralela al que se establecía el poder dominante de la televisión y la radio como medio masivo de comunicación. El advenimiento de nuevas tecnologías videográficas, favoreció entonces la apropiación artística de la imagen electrónica y las influencias internacionales del video que se salían de las estructuras tradicionales del cine, ya se hacían relevantes en el mundo del arte con influencias como Nam June Paik y Wolf Wostell.
Particularmente en Colombia el Potencial creativo de estos medios estaba siendo fuertemente impulsado por Gilles Charalambos, quizás uno de los personajes más significativos en cuanto a vídeo y arte digital en Colombia. Gilles instruyó a toda una primera generación de pioneros digitales, y artistas visuales que, empezaban a mostrar alternativas experimentales de la narración audiovisual.
Distorsión Intermitencia Falsificación en esta información- Gilles Charalambos (1978)
Algunos de estos fueron artistas como Santiago Echeverry y Javier Cruz, que desde temprana edad tuvieron la oportunidad de acceder a tecnologías pioneras en gráficos digitales y programación como el Atari o el Commodore. Estas máquinas, que incluso fueron utilizadas por el propio Andy Warhol, llegaron a manos de Santiago y Javier entre los 80s y 90s ,y les permitió explorar libremente su creatividad, en lo que serían los nuevos medios en el arte.
Javier Cruz es uno de los primeros videoartistas que exploró la transición de la pintura al pixel. Rápidamente entendió que su lienzo eran las pantallas de televisor, observando ese dispositivo como un objeto casi escultórico que podía albergar la imagen en movimiento.
De forma particular Santiago Echeverry se destacó al forjar una identidad conceptual arraigada en la interactividad y la creación en vivo cuyos archivos eran exhibidos en los emergentes servidores web de la época. A través de sólidas habilidades en programación y la oportunidad de formarse en el extranjero, pudo probar equipos que eran inasequibles en Colombia, lo que le permitió crear videos animados, interacciones de usuario a través de cámaras y software de generación de imágenes.
Octobre – Santiago Echeverry (1992)
Estas vivencias enriquecieron sus habilidades tecnológicas y lo impulsaron a forjar creaciones que desafiaron tanto las convenciones técnicas como las conceptuales arraigadas en el país conservador y radical que predominaba en aquella época. Temas tan profundos como el cuerpo, la sexualidad, el activismo artístico y la muerte han sido abordados por Santiago empleando recursos narrativos no lineales y poéticos. Obras como “Con Game”, podrían ser consideradas como pioneras en el terreno de las narrativas de video interactivo. Además, sus realizaciones con el uso del Kinect evidencian su interés por involucrar a los espectadores como elementos fundamentales en el proceso de las obras en tiempo real. Estos videos, en muchas ocasiones autobiográficos y espontáneos, capturaron su entorno, la vida nocturna, sus relaciones sentimentales y su ámbito familiar.
Con Game – Santiago Echeverry (1998)
De igual modo, fueron muy valiosos los aportes de Francisco Javier Hurtado, Jose Alejandro Restrepo y Mirian Luisa Diaz quienes ejercieron su actividad docente en el país, principalmente, en las Universidades de los Andes y Nacional en Bogotá, donde sus contribuciones sobre videoarte, multimedia interactiva, interfaces e instalaciones, resultaron sustanciales para entender las artes electrónicas en nuestro medio.
Otra docente y de las artistas más involucradas en la creación, promoción y difusión del video en tiempo real en Colombia es Carmen Gil, quien entre los 90s y 2000s empezó a explorar con scanners a blanco y negro, softwares como Flash, Director, Photoshop, Isadora y Modulate y a emplear superficies de proyección con video beams, televisores, y contenidos en la web.
Manual de Persuasión Ilustrado – Carmen Gil- La quinta del lobo
Carmen se ha destacado especialmente en sus performances audiovisuales, proyecciones monumentales y formatos experimentales Fulldome. Además ha desempeñado un rol fundamental en la promoción y apoyo de las nuevas generaciones de artistas digitales en Colombia. Su influencia se extiende a la creación de espacios especializados en el ámbito del vídeo en tiempo real, destacando la formación de colectivos como retroVISOR y La Quinta del Lobo. Carmen también ha sido gestora de eventos de exposición como Voltaje en Bogotá, contribuyendo significativamente a la construcción y consolidación de un ecosistema artístico de las artes digitales, interactivas y de tecnologías no convencionales.
La quinta del Lobo – Carmen Gil Vrolijk
Es importante mencionar que de manera transversal han surgido espacios académicos especializados en este campo como el Festival de la imagen de Manizales, algunos espacios del Laboratorio de Experimentación MAMM y de El exploratorio de Medellín, pero también y quizás aún más importante eventos, espacios y colectivos autogestionados como la Feria Internacional de Cine Independiente de Bogotá, Bogotrax, Platohedro, MASA Manifestación Social Audiovisual, Aleph Experimental, El Validadero, Estratosfera entre muchos otros, cuyos esfuerzos han construido un ecosistema de aprendizaje, retroalimentación y conexión de los nuevos artistas interesados en las artes electrónicas, digitales.
El video en tiempo real continua con cierto margen de libertad en la transformación e interpretación de contenido visual preexistente, ampliando el margen de experimentación creativa en el campo visual en movimiento.
El crecimiento constante de los espacios dedicados a la exploración y fomento del video en tiempo real han brindado la oportunidad de analizar en detalle las características propias que diferencian cada vez más esta disciplina del video arte, y lo acerca incluso un poco más, al campo de la performance o cine expandido. Su naturaleza transdisciplinaria, se nutre de la sinestesia entre la imagen y el sonido, la habilidad para manejar el ritmo y sincronizar el tiempo, la capacidad de emplear el espacio de manera creativa y la interacción directa con el público. Además de uno u otro modo la flexibilidad y habilidad de improvisación podrían convertirse casi en el superpoder de esta disciplina que precisamente recurre a la creación en vivo exaltando el valor de evidenciar el proceso creativo y de acción espontánea que lo caracteriza.
A diferencia de la industria de las distribuciones de Betamax y VHS en el videoarte que lidiaron fuertes restricciones sobre la reproducción libre de material de archivo, el video en tiempo real continua con cierto margen de libertad en este aspecto del uso, transformación e interpretación de contenido visual preexistente, ampliando el margen de experimentación creativa en el campo visual en movimiento. Sin embargo el uso decorativo de efectos en los softwares utilizados y la incorporación común de material de archivo son dos elementos fundamentales que han generado tanto críticas como admiración en los recientes años del video en tiempo real dentro de la era digital. Esto subraya la relevancia de mantener una vigilancia constante sobre cómo se manejan estos elementos de manera creativa y poética, que vayan más allá de los “efectos especiales” o la simple reproducción que no es revitalizada de un nuevo mensaje o estilo propio.
Hybris FullDome,Carmen Gil (2017)
En la actualidad el video en tiempo real ha conquistado escenarios más allá de la pantalla de televisor y los servidores web a los que estaban condicionados en un comienzo, ahora toma cada vez más protagonismo en teatros, festivales de música , escenarios de artes performativas, domos y planetarios, museos y galerías. Ademas cuenta con un fuerte impulso de desarrollo gracias a artistas que continúan fortaleciendo los modos, espacios y técnicas de creación como lo son por ejemplo Celeste Betancourt, Julian Medina, Laura Ramirez por mencionar solo algunos, han asumido un papel fundamental en esta evolución, que ha ido consolidando un sólido nicho en las posibilidades artísticas y creativas del video en tiempo real en Colombia.
Túnel de Tiempo- Santiago Echeverry (2019)
