Expression of a Region

DePaula: Rompiendo barreras en la escena electrónica de Barcelona

Kiku Llobet o también conocido como DePaula inicia su trayectoria en el mundo de la música en el 2018, mientras residía en una de las ciudades clave en el desarrollo de la escena: Hamburgo. Inspirado por la figura del DJ y su impacto, se embarcó en la búsqueda de una identidad musical única dentro del amplio panorama de la música electrónica. Convencido de que comprender las necesidades de los asistentes a fiestas es fundamental para crear una experiencia musical destacada, DePaula construye sus sets fusionando emoción y poderío en la esencia del club.

Cuéntanos un poco sobre ti y tus primeros acercamientos con la música.

Mi nombre es Kiku, tengo treinta años y los cumplí hace algunos meses. Vivo en Barcelona, aunque nací en un pueblo cercano, siempre he estado viviendo en la ciudad de Barcelona. Conozco muy bien la ciudad y durante mi juventud estuve buscando lo que realmente me gustaba y me hacía feliz, probando muchas cosas diferentes y divirtiéndome, pero nunca encontrando algo que me hiciera brillar. Por cosas de la vida acabé viviendo en Hamburgo con mi mejor amigo y allí descubrimos la cultura del club y la música electrónica en Alemania. Fue en ese momento cuando empecé a interesarme más por esto, aprendí a pinchar y mi interés por todo lo relacionado con el mundo de la música electrónica se fue ampliando. Ser DJ pasó a un segundo plano y ahora disfruto mucho más organizando eventos bajo mi propio concepto. Creo que esa es una breve síntesis de mi historia.

¿Cuándo te fuiste a vivir a Hamburgo?

Estuvimos allí durante unos cuatro o cinco meses en el año 2018.

En muy poco tiempo se te abrió un nuevo mundo con la exposición a la música electrónica…

Sí, de hecho, antes de vivir en Hamburgo, la fiesta y salir de noche nunca me habían atraído, y mucho menos en Barcelona. Cuando mis amigos salían, yo me quedaba en casa. Fue cuando cumplí 26 años en Hamburgo que empecé a interesarme más.

¿Qué fue lo que te atrajo de los clubes o la cultura electrónica en Hamburgo?

Fue un club en concreto, se llama Südpol. La primera vez que entré allí, me llamó muchísimo la atención el ambiente y todo el show que se organizaba en la cola. Ellos se aseguran de que quieras formar parte de una fiesta en la que no se admite ningún tipo de comportamiento discriminatorio en ninguna dirección, creando un ambiente sano. Eso me fascinó mucho. No están tratando de llenar el club y ganar dinero, están tratando de hacer las cosas bien desde el principio, y eso me impactó, porque en Barcelona cuesta mucho que pase algo así.

¿Crees que hay pocos lugares que promueven un ambiente respetuoso al irse de fiesta?

Creo que está más enfocado en un modelo de negocio, intentar ganar la mayor cantidad de dinero sin considerar las vertientes culturales del sector. En Barcelona, no hay ese cuidado hacia el sector, lo cual es importantísimo. Es irónico que aquellos que deben seguir las leyes son los que lo hacen peor, mientras que aquellos que, según la ley, somos “delincuentes”, nos enfocamos en el cuidado de las personas. Eso es lo que me mueve, es lo que más me motiva del sector.

 ¿Cómo empezaste a organizar eventos en Barcelona?

Trabajando en otros lugares, pude ver cómo otras personas dentro del sector estaban haciendo esto, y eso me hizo querer dejar mi imprenta. Por ejemplo, conocí a la gente del colectivo L’A Cultural, que es parte de ese grupo que quiere organizar cosas más basadas en el respeto aquí en Cataluña. Ellos ya van en la cuarta edición mientras yo organizo mi propio evento. Puede que no haya muchos beneficios económicos, pero es un éxito a nivel cultural, sin duda.

¿Qué estás organizando actualmente?, ¿Qué proyectos se vienen?

Tengo un par de actuaciones, voy a estar pinchando en algunos clubes, pero eso lleva tiempo. También se viene NIU by L’À Cultural el próximo 11 de junio en Polvorín, en Montjuïc, en la ciudad de Barcelona y también estamos organizando un festival que tendrá lugar el octubre en l’amagatall, la sede del colectivo. Será un festival de tres días, en medio del bosque, con el downtempo como género por bandera. Ya contamos con varias colaboraciones a nivel internacional que vendrán de diversas ciudades de Europa. Todos estos proyectos se combinan con mi trabajo en hostelería, pero llegará un día en el que la música será la prioridad.

¿Te ves más como un productor de experiencias o de música?, ¿Te gustaría combinar ambos roles?

Me gustaría combinar ambos porque al organizar un evento también tienes la oportunidad de pinchar en el lugar. A veces, surgen de forma natural y se convierte en algo secundario. Por ejemplo, recientemente se estrenó un set que hice para una plataforma de Berlín.

¿En qué te inspiras al organizar eventos?

 Al final, es una mezcla de varias cosas que he visto en los clubes de Hamburgo y Berlín. Hay una combinación de fiesta, entretenimiento, cultura y aprendizaje. Si bien la música es lo más importante, me gusta que haya detalles que permitan aprender de otros sectores. Se crea un ambiente familiar.

¿Cómo logras que ese sea el espíritu de estos ambientes?

Es un misterio para mí porque me parece extremadamente difícil imaginarlo y hacerlo más grande, ganarme la vida, sin romper con las dinámicas que voy proponiendo. A medida que crece, se vuelve más difícil mantenerlo, pero creo que es posible porque ya hay muchos festivales grandes que lo logran. Para mis eventos, es una incógnita porque no se trata de una experiencia comercial. Tienes que invitar a la gente a que venga a un evento diferente con música diferente.

 ¿Cómo fue la organización del primer festival?

 Es una historia curiosa porque todo comenzó cuando estaba con unos amigos organizando mi cumpleaños, buscando un lugar sin dar explicaciones a nadie. Fue entonces cuando conocí a la gente de L’A Cultural, y de repente estábamos organizando Hide & Seek, un festival mucho más profesional, comprando billetes para la gente que tocaría y estableciendo límites de aforo con los dueños del lugar donde lo realizamos, entre otras cosas.

¿Qué aprendizaje obtuviste de esa primera experiencia de organización? 

Con Hide & Seek aprendí muchas cosas, pero creo que lo más importante es aprender a delegar. Aprender que no puedes hacerlo todo solo, especialmente al principio cuando sientes que todo te pertenece. He aprendido a tratar bien a todos y rodearme de un grupo de personas que me ayuden a reducir la presión y formar un buen equipo de trabajo.

 

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