Flipnormals es el seudónimo del artista visual digital nacido en Ibiza que reside en Barcelona desde hace ya 6 años. Desde muy jóven exploró distintas ramas artísticas relacionadas con el diseño y la edición, para luego graduarse en Diseño y Desarrollo de Videojuegos en el año 2022. Comenzó su carrera como VJ (Video Jockey) a finales del año 2019 y actualmente es VJ oficial de Kompound Industrial (colectivo vanguardista de techno industrial y hardcore) y residente en Input Hight Fidelity Dance Club en Barcelona, además de realizar trabajos como diseñador gráfico y animación 3D.
¿A qué nos referimos cuando hablamos de hacer visuales?
Cuando se habla de “hacer las visuales” nos referimos a la mezcla en vivo de material visual en formato de video, siguiendo el ritmo y atmósfera de la música que suena en el momento. Este material se dispone en pantallas LED o mediante proyectores, y lo controla un Video Jockey a través de controladores MIDI y un ordenador.
Me gustaría un poco que nos contaras más acerca de en qué consiste el trabajo de visuales que haces en Kompound.
Para cada fiesta de Kompound creamos un nuevo proyecto visual. Unas veces nos juntamos todo el equipo, pensamos una idea y elegimos un lugar donde filmar. Es un momento muy artístico del que todos disfrutamos, desde pintar maniquíes y destrozarlos, a pintar un graffiti de 25 metros, ir por las calles de nuestra ciudad como locos, hacer una sesión de fetichismo con modelos o grabar coches tuneados haciendo drifting. Cada uno tiene su rol, por mi parte me encargo de la grabación y edición del material, entre otros.
Otras veces no nos da el timing así que creo animaciones en 3D para mezclar con los videos que ya tenemos.
Es muy interesante ver mezclado todo el material que se va recopilando proyecto tras proyecto, además, es algo único y exclusivo, ya que solo se puede ver al completo en los eventos de Kompound.
¿Por qué crees que las visuales, luces y la música se complementan? ¿Qué es lo que aporta cada una a la experiencia y por qué?
Es importante analizar estos tres elementos por separado, conocer la importancia de cada uno y entender la cohesión entre ellos.
Como público, estamos acostumbrados asistir a eventos musicales dónde siempre hay luces (cabezas móviles, lasers, focos, estrobo, etc…) pero, ¿qué pasaría si únicamente hubiera música en la sala y una constante luz encendida? Sería una situación tan pobre visualmente que sería complicado centrarse en la canción, estar individualmente con uno mismo y sentir esa soledad positiva que tanto nos gusta al disfrutar de la música.
Y al revés, ¿Un evento sin música y solo con luces? Bueno, existen artistas que crean estas exposiciones, dónde juegan con los movimientos de barras led o focos, y el resultado es más cercano a un sentimiento de paz, pero no tiene prácticamente nada que ver con una fiesta. Lo mismo pasa con las visuales, dónde sería algo así como el cine mudo de hace 100 años.
Todo cambia al unir estos elementos y sumarle a la música un buen equipo de iluminación controlado por un Light Jockey experimentado que sabe cómo llevar la sala. Por ejemplo, en momentos donde suena una parte de la canción tranquila, acompañarían luces con un movimiento constante pero suave, en momentos de subidón, se podría utilizar una luz estroboscópica para dar todavía más epicidad, y cuando ésta rompe, subir la velocidad de las luces además de añadir láseres. Éste podría ser un caso, lo interesante de este mundo es que nunca se acaban las posibilidades y depende de la interpretación de cada operador.
Si además de esto, se suma el elemento de los visuales controladas por un Video Jockey, lo que obtenemos es una experiencia inmersiva completa. Normalmente el Light Jockey y el Video Jockey trabajan juntos, y a medida que el Disc Jockey avanza en su sesión, ellos comentan que van a hacer en cada momento por tal de compenetrarse. Esto da lugar a todavía más posibilidades de show, momentos de solo pantalla o momentos de solo luz, momentos cargados de la sesión donde se haga todo a la vez, etc…
Creo que es muy importante que como LJ y VJ operen toda la noche las mismas personas, ya que si tan solo se analiza canción por canción, da lugar a demasiada repetición de los mismos elementos. Hay que tener en cuenta que son muchas horas de fiesta donde pinchan varios DJs, pero el público es el mismo, y hay que saber dar descansos visuales para conseguir esa potencia momentánea. Un claro ejemplo sería una película con mucha acción en todas las escenas, al final a uno no le importa que explote ese helicóptero o se derrumbe un edificio, en cambio si eso solo pasa dos veces en toda la película, los momentos son mucho más impactantes.
¿Qué es lo que te apasiona de las visuales como medio de expresión artística?
Lo que más me fascina de mezclar visuales en directo es el poder contar una historia, la relación que hay entre el sonido que entra por las orejas y las imágenes que entran por los ojos. Lo relaciono mucho con el cine, dónde el significado de una escena puede cambiar drásticamente según la música que la acompaña.
Al estar centrado en fiestas de techno industrial y hardcore, busco encontrar imágenes a partir de acciones que transmitan esta adrenalina, aunque no tengan nada que ver entre ellas. Pintar un graffiti ilegal te da una adrenalina única, hacer un backflip con una bmx también, al igual que una sesión de BDSM. Juntar estas tres imágenes acompañadas de una música de altos BPM y bombos potentes da un resultado interesantísimo.
Otra cosa que me apasiona es el hecho de pinchar, es decir, reaccionar a los elementos del DJ set, los efectos y parones que hace el DJ, los cambios en la propia canción… Me lo tomo como si fuera una especie de videojuego donde no puedes fallar, cuando clavas el timing da una sensación de satisfacción increíble.
¿Qué efectos tiene la luz sobre el estado de ánimo o fisiológico? Pensando en eventos en los que se utiliza este medio.
Por lo general, los seres humanos relacionamos los colores con las emociones, el rojo con la pasión o el azul con la melancolía, por ejemplo. En los eventos de techno es importante seleccionar correctamente el color que va en cada momento. Es cierto que si, por ejemplo, se trata de una fiesta de techno industrial, predominan los rojos, puesto que la dureza del bombo y distorsión del sonido dan una sensación de seriedad e incluso enfado a la hora de bailar y un color más suave como el azul, podría daría lugar a una especie de disonancia ludonarrativa, aunque no significa que este mal.
Cómo dato personal, descubrí hace unos meses que tengo sinestesia, llevaba años pensando que era algo normal en todas las personas. Entonces, hay ocasiones en las que dejo de lado la objetividad y me dejo llevar por la subjetividad a la hora de elegir los colores. Si por ejemplo el sonido es “acid” para mi es totalmente necesario utilizar verdes o lilas según el tono, cuando es un sonido más melódico y suave, gira en torno a los azules, un bombo seco y sin otros elementos es marrón o amarillo, y un largo etcétera. Aprovecho esto para tratar de transmitirlo al público. Claro que al final también hay que adaptarse al club o promotor que te ha contratado y dejar de lado tus preferencias.
¿Qué se siente la experiencia de pinchar visuales en vivo, y cómo puede equipararse al trabajo de un DJ haciendo un live set?
Nunca en mi vida me he sentido tan cómodo al realizar una tarea como cuando hago visuales en directo para sesiones de industrial o hardcore, me gusta incluso más que bailar. Es una experiencia increíble dónde desatas tus emociones al mismo tiempo que se lo transmites al público.
La comparación con el trabajo de un DJ es complicada, pero hay ciertas similitudes, sobre todo en cuanto al método de operar mediante distintos tipos de controladores MIDI u otros aparatos. Una de las partes que más me gusta es la creación del material visual, ya sea a través de una cámara de video, o bien modelando y animando con programas de creación 3D. En un DJ live set, sería algo parecido a que el DJ cree sonidos previamente al evento y luego los utilice en directo editandolos y añadiendo efectos. Del mismo modo, los VJ mezclamos este material y hacemos que cambie visualmente a través de una infinidad de efectos visuales que nos aportan los programas de mezcla como podría ser Resolume Arena.
La parte más diferencial es que el VJ debe adaptarse a lo que hace el DJ, es una improvisación controlada y no aleatoria, ya que tiene que tener sentido. Por otro lado, es importante destacar que el VJ opera toda la noche (normalmente 6 horas) aunque pueden ser muchas más, por lo que se debe administrar correctamente el material, y no utilizar aquello que es más impactante en las primeras horas, solo por que la canción lo valga, ya que hay que pensar en la duración total del evento. Del mismo modo que un DJ no utilizará todas sus mejores cartas al principio del live set.
Me siento agradecido por haber descubierto este mundo del arte digital visual y ver que encaja tan bien conmigo. Actualmente, ser VJ no es un trabajo demasiado conocido, se nos sigue viendo como técnicos y no como artistas, ya que desde hace años las visuales eran un elemento decorativo más que acompañaba a las luces. Poco a poco va evolucionando y nos estamos dando cuenta de que va mucho más allá. Desde aquí animo a todos los VJ que están empezando a seguir adelante, y entre todos dar a conocer el verdadero potencial.
Conoce más acerca de Flipnormals a través de su perfil de instagram @_flipnormals_ .